jueves, enero 31, 2008

Crónica de una semana en Tailandia (cap. 2)

Domingo 20.

Después de todo no tuve tiempo de escribir sobre la marcha durante mi semana en Tailandia. Así que me pongo a ello cuatro días después.
Otros amigos blogueros se habrían puesto a escribir nada más de llegar del aeropuerto a casa, pero los que leeis esta página ya sabeis a qué ritmo de actualización vamos...

Bueno, crónica de mi semana en Tailandia: ¡papá, mamá, esto va por vosotros!
Para que no os quejeis de que no doy señales de vida.

Debajo de la estación Nana de monorraíl podeis ver el cartel amarillo de mi nuevo hotel, el Miami.

Llegué a Tailandia el sábado 19 de enero como describo en la entrada anterior. El domingo transcurrió sin más historias después de escribir en el blog. Me dí un paseo por la avenida Sukhumvit al lado de mi nuevo hotel, viendo de paso los tenderetes en la acera y admirando las bellas mozas que se paseaban por la calle, algunas de ellas, pues sí, prostitutas. O si preferís una denominación más precisa y menos truculenta, jóvenes de insinuante mirada y pose ociosa apoyadas en las esquinas (de aquí en adelante J.I.M.P.O.A.E.).

Realmente me impresionó lo guapas que eran muchas chicas (no ya JIMPOAEs), y me quedé pensando si será que al estar Japón en una esquina de Asia no pueden competir porque tienen menos intercambio de genes. (Acabo de perder un par de lectores con este comentario.)

La acera estaba llena de tenderetes y puestos, y seguirá llena mientras escribo estas líneas, seguro. Como dice mi compañero Juan, que fue en Año Nuevo a Tailandia, Bangkok parece un pueblo en fiestas. No por lo pequeño, porque es una megalópolis de 10 millones de habitantes, si no por lo animado.
En los puestecillos venden desde ropa y complementos a videojuegos de Game Boy Advance y películas en DVD copiadas, desde famosas hasta porno. "Sexy movie!" es la frase que más oí mientras paseaba. Ni los vendedores, ni los que te proponían ir a un striptease, ni los taxistas eran demasiado pesados ofreciéndote cosas. Bueno, estos últimos un poco sí.

No os lleveis una mala imagen de Tailandia leyendo estas líneas. Mi hotel de la segunda noche en adelante está en el centro pero en un barrio un pelín golfo, y bastante cerca de la Plaza Nana o el afamado Patpong (barrio rojo para extranjeros, en contraste a los otros que hay para tailandeses o incluso especializados en japoneses). Todo sea por ahorrar unas perras.
Además que tíos ofreciéndote estriptis (una vez lo escribo en inglés, otra en español) también hay un buen número aquí en Tokio, y son más pesados.

Un buen número de puestos también vendían comida. Uno de los más típicos era un carrito que tenía una urna de cristal con subdivisiones, y en cada una fruta cortada: piñas, mango, sandía...
Se me empezaba a hacer la boca agua y pedí una rodaja de sandía. Me la cortaron en trocitos y me la dieron en una bolsita con un pinchito de madera.
Ñam ñam, por 10 baht (0.20€) ahí estaba yo comiendo my sandía mientras paseaba. Me agradó mucho que me dieran el mismo precio que a todo el mundo sin intentar timarme. Es todo lo contrario de la impresión que me llevé en Pekín, aunque allí también había sitios con precios fijos.










Izq:
debajo de las vías del monorraíl la avenida Sukhumvit, por la que paseé por la tarde. Al fondo, la estación Asok, la siguiente tras Nana.
Drch: una Soi, o bocacalle de la avenida. Los que sepais leer japonés reconocereis un par de carteles de restaurantes nipones.


Empezar por el postre está bien pero no llena, así que como entre pitos y flautas ya era de noche (¡pero si no he hecho nada en todo el día! comprar una guía de Tailandia y leerla por encima, nada más) me acerqué a un puestecillo que tenía sus verduritas expuestas, y señalé a unas setas. Se acercó el vendedor y me preguntó, luego se acercó otro que se aseguró, y luego el que parecía el dueño para que le pagara (¿?). No vendían las verduras, si no que hacían una sopita que olía bastante bien. Sin poder comunicarnos nada excepto "fifty baht" (1€), me senté en una mesa que había junto a un muro y me dispuse a cenar. La sopa, que no sé si era la famosa Tom yum goong, estaba bastante picante -seguramente muy suave para el gusto tailandés- y repleta de verduras y sólo verduras, como zanahoria, setas, y varias otras que no identifiqué. El chico del puesto, que tendría mi edad, amablemente me dió un par de vasos de agua que le cogió a la chica del puesto de al lado, que vendía bebidas alcóholicas. Mientras cenaba el chico fue a incordiarla un par de veces. Me dió la impresión por el trato de la chica que a ella no le interesaba el chico, pero al contrario sí.

Después de dar las gracias e irme seguí andando algo más, hasta que desapareció la vidilla de la avenida, decidí volver al hotel, y allí a dormir.

domingo, enero 20, 2008

¡Una semana de vacaciones en Tailandia!

Pues sí, me he venido desde ayer sábado 19 para estar una semana en Tailandia. Y el no habérselo dicho antes a casi nadie le da más emoción al blog, ¿que no?.

Después de 7 horitas me planté en el aeropuerto internacional de Bangkok, Suvarnabhumi. (He tenido que mirar el nombre por enésima vez. Nunca me lo aprenderé, snif.)



Salí hasta la zona de llegadas sin más problemas, y me dí una vuelta por ahí para cambiar yenes por bahts y comprar una tarjeta de llamadas. Me subí en un "taxi público"tras hacer caso omiso a la gente que te propone dentro del aeropuerto "taxi, taxi" y hale, al hotel. Unos 310 bahts (7€) por media hora de taxi, hasta el centro.

El taxista se perdió un poco y estuvo preguntando por ahí, pero al final llegamos. El hombre (evidentemente) no hablaba nada de inglés, y por mucho que me preguntase a mí por el hotel yo sólo podía enseñarle el papel con la dirección. Pero un poco de sentido del humor y todo resuelto.
Un tío devoto este Parnchand (así se llamaba creo), tenía una estatuilla de Buda en el salpicadero mirando al frente.

Mi habitación en el hotel desgraciadamente daba a la avenida, con lo cual no he dormido muy bien. El sitio tampoco merece un sobresaliente, aunque a precio tailandés de 1200 baht (23€) se antoja barato. Como sólo había reservado la primera noche ahora voy a probar otro, cerca de aquí.

Os dejo con unas fotos, la primera de la vista desde mi habitación. (En la mejor dirección.)


Me zampé un estupendo desayuno en la azotea, después de meter la pata y prguntarle a una chica tailandesa a la que ví recogiendo platos "Can I have breakfast?". Sólo era una huésped amable que devolvía su plato a la barra, y me señaló riéndose en dirección a alguien del personal. Como justo delante de la camarera de verdad había un blanco (un señor bastante mayor, que iba on dicha chica) también llevando su plato a la barra, le pregunté lo mismo, y él también me señaló a la camarera oculta tras suyo. En fin.

Al lado del comedor tenían una piscina estupenda. No me metí porque ya era tarde, las 11, pero saqué una fotito. Qué maravilla, no veía una piscina de azotea desde que estuve en Brasil.


La vista desde la azotea.

Mi primera y breve impresión de mi visita es que he venido a un país a camino entre Brasil y Japón. Me siento como si hubiera vuelto atrás en el tiempo y estuviera en Japón hace años, porque vuelvo a ser analfabeto. ¡No entiendo ná alrededor mío!
Pero hace un calorcito estupendo (30 grados sin humedad), y me he comprado una guía para ir decidiendo sobre la marcha.

A propósito, al final he aplazado mi plan de sacarme el carné de conducir en Japón en favor de este plan a Tailandia. Estuve mirando bastantes escuelas de conducir con el plan intensivo de dos semanas y media. Te vas al campito con alojamiento y pensión completa y estudias y conduces 8 o más horas al día. Pero me dió la impresión de que te tratan como a un crío: por ejemplo, en una de las escuelas que estuve mirando, decía que está "terminantemente prohibido llevar a una persona del sexo opuesto a tu cuarto de la residencia, bajo pena de explusión". ¡Si todos los que vamos allí somos adultos! Y según qué escuela, muchos tenemos bastante más de 18 años.
En fin, para otra vez será. Me he enterado de que también te lo puedes sacar por libre, estudiando por tu cuenta y luego contratando a un profe por horas para el examen práctico. 20 horas de clase saldrían por unos 100.000 yenes (650€ aprox.). Mucho más barato que los 250.000 yenes (1650€) o más que cuesta el carné intensivo o los 300.000 mínimo (1950€) que te cobran por sacarte el carné yendo a la escuela.
¡¿Alguién me puede explicar por qué sale más barato la pensión completa?!
De cualquier forma, ¡a disfrutar de Tailandia!
Si tengo tiempo escribiré más entradas durante mi viaje.

martes, enero 08, 2008

¡Feliz año 2008!

¿Felicitación a día 8 de enero? Pues sí, este blog es mucho blog, y aquí felicitamos cuando tenemos tiempo, y SI lo tenemos. Je je.
Tal y como me conozco, me veo dejando esta entrada como la más actualizada hasta marzo más o menos...

No he escrito nada desde principios de diciembre porque soy un vag... digo, porque desde el 14 dic. hasta el 1 de ene. estaba de vacaciones en España. De todas formas, como el principal público soy mis amigos hispanoparlantes, que a fin de cuentas estáis casi todos en España, no os hará falta que os cuente lo que he hecho en la madre patria. Supongo y espero que nos hemos visto por allí. Aunque hay varias excepciones notables, sobre todo los que no me contestasteis los SMS; ¡eso va por tí!

Charlando en España con amigos me he dado cuenta de que ya no es tan imprescindible para mí seguir en Japón como lo era antes. Bien es verdad que al volver aquí me doy cuenta de que no estoy tan mal, pero tampoco enamoradísimo a muerte de mi vida en Japón. Ésto me da ventaja para en un momento dado buscar otro trabajo sin exigir como condición indispensable el que sea en Japón.

Aparte, estoy planteándome sacarme el carné de conducir aquí en Japón.

Bueno, ¡me da la impresión de que éste va a ser un año divertido!