lunes, julio 12, 2010

¡Campeoooooones! (¿primera parte?)

Todos sabemos q España es campeona del mundo desde ayer.
Así que sin más dilación, paso a contaros cómo vivimos la final en Tokio.
Resumo un poco, q son las 2 y mañana también curramos, je je.

El partido empieza a las 3:30 de la mañana, así que en pie a las 2:30 para ponerme la camiseta de la Roja (ya la tenía para partidos de futbol sala, mira qué bien), e ir andando al cruce más cercano para coger un taxi allí. Pero justo antes de salir el bueno de Adri me envía un mensaje preguntándome si voy ahora para Shibuya, porque le han cambiado los planes y me puede llevar en moto. Yo encantado, me ahorro el taxi y el paseo al cruce; empleo el tiempo en llamar a mi hermanita y los abuelitos. Mis padres están yendo de la primera casa a la segunda, así que ya hablaremos más tarde.

Nos plantamos en Shibuya, y el pub irlandés Hobgoblin estaba hasta los topes de españoles. El metro de Tokio en hora punta está más vacío. Tanto es así que Adri prefirió irse a casa a ver el partido tranquilamente, a la vez q escuchaba la Ser.

En éste nuestro pub para la final sólo había 4 neerlandeses, ahí como un solo hombre animando a su equipo en medio de la marea roja. Bueno, animando en silencio.

La primera parte fue la más dura porque... sí, España dominó más que en la segunda. Pero fue dura pq yo llegué justo con 10 segundos de partido empezado, es decir que ya tuve suficiente con situarme en una posición decente para ver una de las pantallas (primera y tercera fotos abajo). Y como estaba cerca de la entrada, no paraba de pasar gente a pesar de lo apretadísimos que estábamos.
Una de las que se iban durante la primera parte: "Perdón, disculpas, por favor dejadme."(すいませーん、ごめんなさい、通して下さい。)
Yo: "Si pudiera te dejaría, no lo dudes."(通せるもんなら通して上げたいんだけどね。)
Y ambos nos reímos.
Las sardinas en lata tienen más sitio del que teníamos nosotros.

Durante el descanso salió e incluso se fue bastante gente, y ya pude pedir un té frio y evitarme una deshidratación grave.

Segunda parte con más buen rollo, de pie pero ya cerca de la barra y más holgado, rodeado de amigos como en la primera parte, eso sí. El partido evoluciona como todos sabéis, sin goles pero todos confiando, creyendo en la victoria. Una americana que hablaba bien español está apoyada en la barra haciendo de samaritana, es decir abanicándonos a los que estamos cerca.
Cuando le doy las muchísimas gracias, le dice a otro: "Ves, el barbas sí que sabe." Si me hubiera llamado Lobezno ya habría sido perfecto, je je.

Intercambiamos algún comentario más. Me comenta un amigo que ha venido a Japón de luna de miel, pero que el novio no está por ninguna parte... uyuyuy.
Nah, yo creo q se habrá quedado en el hotel durmiendo, q son las tantas de la madrugada. Y la novia, con ese español, probablemente sea forofa de España y no quisiera perderse el partido.

Acaba el segundo tiempo y seguimos sin marcar.
Qué nervios, claro que esto es lo chulo del futbol, no saber qué pasará pero sentir la adrenalina momento a momento. En parte por eso lo único que veo son los mundiales, te lo juegas todo en cada partido. La liga disfrutadla los que os guste, pero son demasiados partidos para mi gusto, cada uno no tiene ni mucho menos tanta importancia como aquí.

Mientras busco a una amiga japonesa con la que he quedado en el bar, pero a la que todavía no encuentro, aprovecho para preguntarle a una chica neerlandesa:
-Nerviosos, ¿eh?
-¡Sí! ¿Y vosotros?
-¡Nerviosísimos!
Chocamos, y vuelvo a mi búsqueda de Ayu, que resulta ser infructuosa.

Empieza la prórroga y España va a matar, la Roja sigue presionando en la segunda parte de la prórroga pero todavía sin goles. El chico detrás mío dice: "¡Que Holanda quiere penaltis! ¡Mira como han dejado que ese balón saliera fuera!"

Sufrimos el partido como todos en España y el resto del mundo, hasta que ese maravilloso gol de Iniesta hace explotar todo el bar en un estallido de alegría y abrazos.

Pasan unos minutos y ya somos ¡campeooooones!
Ponen We Are the Champions, y luego nos obsequian con los grandes éxitos de los Gipsy Kings.

Un amigo me revela que la camiseta de España que llevo es la de la selección del 82. Yo pensé que ya se había quedado antigua porque la compré hace 5 años, pero no pensé que ya fuera un diseño retro en el momento de comprarla, je je.

Aquí tenéis tres fotos de cómo estaba el pub.
Actualizaré esta entrada con más fotos en cuanto me envíen un par de amigas las que tomaron ellas.


Ambiente tras la victoria en el pub.


Más felicidad, aunque todos de espaldas.


Ay, ese brazo ahí en el medio ha truncado mis esperanzas
de ganar el Pulitzer de fotografía. La selección con la copa en
pantalla, el ambiente eufórico en el bar de Tokio... En fin.


Y os dejo por el momento con un vídeo de Vaya semanita, muy gracioso y muy cierto, por si no lo conocíais.